viernes, 31 de julio de 2009

Día 21: Llama


La certificación del año se salda con unos peculiares resultados y sucesos en el día. El fin de la búsqueda para los dorados de la supervivencia, que acaba con la derrota y el probable regreso prematuro, en un combate en el que se agotaron todas las vías posibles que pudieran llevar a la subsistencia.

Por otro lado, esa breve conversación sobre el Gespenst en la que se observa con dolor como la labor de esclarecimiento no llega todavía a todas partes, y sin embargo desde los poseedores de los medios de producción, se arremete contra ese fantasma que fingieron no temer, que aseguraron que había desaparecido.

También buena música en la calle y en el pub, con personajes varios que se mueven y cantan emitiendo agradables sonidos, familiares y hogareños, que otorgan refugio durante unas horas al viajero.

A las puertas del bareto de los oscuros llegan los arrepentimientos para algunos, que no sienten como hogar tales concepciones de la vida y el mundo, que quizás gustan de lugares más refinados, tal vez con licores afeminados y humanos con ropajes más claros, que cubran la sangre y el hedor a cadáver del mundo podrido con un perfume de margaritas que embriaga al inhalarse. Finalmente, rehúsan de dar un simple paso, ensalzándome tal vez a la categoría de deidad del valor en una escala relativa, un logro harto complicado. Se sumergen en una dubitativa negación que no hace si no que el sarcasmo aflore en mi mente, reforzando la idea de que una planificación propia es preferible a una en la que existen elementos enfrentados y no hay acuerdo posible.

Unas pocas páginas más de lectura, que no evitan alguna que otra ceja arqueada al ver similitudes precisas como el pico de una gaviota cuando captura a su presa. Recordar también nuevos horizontes que hoy se desvelan, desapego y fisuras con la humanidad que parecía más cercana, tal vez la que me suscitaba un mayor interés, sin ser este recíproco y equivalente. Mientras el mundo espera con ese hedor, deseando la llegada de un fuego que lo destruya eliminando toda la escoria. Tal vez después de eso ese mundo pueda recomponerse de una forma más eficiente.

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