sábado, 1 de agosto de 2009

Día 23: Cadena rota


Es en el proceso, a través de la derrota, como se forjan las necesarias experiencias para avanzar, a través de las heridas que nos dan la fuerza para empuñar la espada negra que nos ha de llevar a continuar el sendero. Es por ello, que con cada nueva experiencia conseguir dar un paso en la búsqueda de la búsqueda, un paso que utilizaremos a la hora de intentar alcanzar nuestro objetivo elaborando un método general de acción en continua evolución que se aplicará a las distintas situaciones específicas.

Cada experiencia conlleva también romper con la espada una cadena más que nos ata a la podredumbre del mundo, que nos sumerge en su gran vertedero y que nos trata de acostumbrar a su repugnancia. El sonido de las cadenas al romperse, y la disposición a acabar con más es un impulso hacia delante.

También llegan las preguntas acerca de cuando será cortada la cabeza de Medusa, a manos del multitudinario Perseo, y este se gire para petrificar a la columna de Trajano, dejando a la imperial construcción petrificada en el pasado, en la historia. En el terreno personal, tal vez falte poco para que pueda transformarme en un auténtico Perseo, pero, sin embargo es necesario que ese Perseo con la cabeza petrificadora se convierta en uno multitudinario y decidido. Para ello, sólo queda la paciencia y seguir cortando las propias cadenas, para poder después esperar a que la multitud corte las suyas.

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